Toledo es una ciudad para disfrutar. Es imprescindible pasear por sus calles que tienen un encanto especial. Cuando cruzas sus murallas es como si retrocedieras en el tiempo y viajaras a otra época. Por esta ciudad han pasado muchas culturas que han dejado su impronta en las calles, casas, palacios, plazas,…
Toledo tiene un plano irregular, heredado de los musulmanes, con calles laberínticas, estrechas, callejones sin salida, donde puedes perderte sin miedo pues hay miles de cosas que descubrir. Algunas cosas que debes observar según paseas por Toledo son:
- Sus calles estrechas como el Callejón de los Codos (llamado así porque puedes dar con los codos en las dos paredes a la vez). Pero hay otros muchos muy estrechos como el Callejón de Nuncio Viejo o de Orates, el Callejón del Infierno, el Callejón del Toro, el Callejón de Jesús , el de San Cristóbal,….
- Observa también sus placas de cerámica con leyendas que están distribuidas por distintas zonas, como en el Pozo Amargo.
- Sus fuentes como la de la Plaza de San Justo.
- Sus portadas y escudos nobiliarios.
- Las placas donde dice «Esta calle es de Toledo», haciendo referencia a que era una calle pública y no podía ser ocupada por nuevas viviendas, como tenían costumbre algunos vecinos.
- Puedes ver también cruces clavadas en la pared bajo un pequeño techado que se encuentran en la zona exterior de algunas iglesias y conventos para señalar el altar mayor, y su finalidad es que los transeúntes guarden respeto a su paso.
- Grafittis realizados por los universitarios poniendo sus iniciales.
- Guarda-ejes en las fachadas para el paso de los carros: zonas a la altura de los ejes de las ruedas de los carros, como los que puedes ver en la calle Aljibillos.
- Guarda-cantones en edificios que hacían esquina en las calles también para protegerlas del roce de los carros, como los que se pueden ver en la plaza de Abdón de Paz.
- Bolas que rematan las esquinas de las casas: estas bolas de piedra indicaban que en esa casa había un aljibe o pozo, de esta manera en caso de incendio los vecinos sabían donde ir a por agua, y había muchos incendios pues la mayoría de las casas tenían estructuras y techos de madera.
- Restos decorativos visigodos reutilizados en edificios de épocas posteriores.
- Los balcones con sus rejas.
- Los trampantojos o trampas para los ojos. En las casa con poco presupuesto en las fachadas se pintaban decoraciones o balcones para decorarlas de forma más económica.
- Sus pasadizos, como el del Ayuntamiento o los cobertizos como el de Pozo Amargo.
Son tantas cosas las que puedes observar paseando por Toledo, que te pasarán las horas sin darte cuenta. Ven y disfruta de un paseo diferente.
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