El Baño de la Cava, un rincón con mucho encanto

Fernando Tello & cuatrochurros.com

Rincones especiales y con encanto hay muchos en Toledo. Pero el Baño de la Cava es uno muy especial por el lugar donde se encuentra: a orillas del río Tajo, río muy importante para la ciudad. Y además, es muy conocida la leyenda que transcurre en este lugar.

Se trata de un torreón cercano al Puente de San Martín, y que parece se trataba de un antiguo embarcadero con acceso en diferentes alturas para poder ser usado independientemente del caudal que tuviera el río. Su construcción se remonta a época árabe aunque ha sufrido modificaciones en época cristiana.

Pero lo que hace famoso este torreón es la leyenda que según la tradición transcurrió en este lugar, aunque la fecha en la que ocurrieron los hechos que se narran son anteriores a su construcción concretamente a la etapa visigoda, en la que Toledo era la capital del reino godo de España.

Cuenta la leyenda que el conde don Julián, noble visigodo, tenía una hija llamada Florinda La Cava, a la que mandó a la corte de Toledo para que se convirtiera en cortesana. La joven era muy bella y el rey don Rodrigo se enamoró perdidamente de ella. Pero ella no correspondía ese amor no sintiendo nada por el rey.

Florinda tenía la costumbre de bajar al río cada día a bañarse, y una noche de verano el rey la vio como bajaba hasta las orillas del Tajo. La siguió hasta allí, tomándola por la fuerza. La pobre Florinda se lo dijo en secreto a su padre que se sintió muy agraviado y juró vengarse del rey don Rodrigo.

El padre encontró la ocasión para vengarse cuando pactó apoyar a los hijos del rey anterior Witiza, al que don Rodrigo le había usurpado el trono, para recuperar su reino con ayuda de tropas musulmanas venidas del norte de África. Gracias a esto, los árabes vieron abiertas las puertas de la península para invadirla cosa que llevaban cuarenta años intentando. Por ello, las tropas musulmanas del norte de África, traicionaron a los hijos de Witiza y vencieron en la batalla de Guadalete en el 711 a los visigodos comenzando la invasión y conquista de casi toda la Península Ibérica, permaneciendo en ella durante ocho siglos, hasta 1492, año en en el que se terminó la Reconquista, cuando se recupera el reino Nazarí de Granada por los Reyes Católicos.