Como ciudad amurallada que es Toledo, cuenta con varias puertas de acceso. Una de ellas es la Puerta de El Cambrón, denominada así por una zarza espinosa que crecía en sus alrededores y que recibe el nombre de «cambronera». Esta puerta también recibe el nombre de Puerta de los Judíos, ya que da acceso a la judería de la ciudad. Después de la expulsión de éstos por los Reyes Católicos en 1492, recibirá el nombre de Puerta de Santa Leocadia al ser dedicada a esta santa. Todos los toledanos la conocemos sobre todo por el nombre de Puerta de El Cambrón.
En este lugar ya debió existir un acceso en época romana y visigoda, pero su origen más evidente es musulmán. De esta época es la mayor parte de la planta baja.
Hoy es una fortaleza de estilo renacentista del siglo XVI. Los materiales que se utilizaron para su construcción fueron ladrillo y piedra. Consta de cuatro torres rematadas de chapiteles de pizarra y dos arcos, así como un patio de armas. La fachada exterior consta de un escudo de Felipe II flanqueado por dos figuras sedentes de reyes godos. En la fachada interior aparece una escultura de la Santa a la que está dedicada la puerta.
En la parte superior de una de las torres está la vivienda del alcaide o centinela de la puerta encargado de recaudar el portazgo o impuesto de acceso a la ciudad del que estaban exentos algunos vecinos delas proximidades de Toledo como reza una placa que aparece en una de las paredes del patio de armas «son libres de portazgo los vecinos de Toledo y de sus montes y de los lugares de la jurisdicción «. Esta es una de las funciones de las puertas de Toledo siendo otras la defensiva y sanitaria, cerrando las puertas en caso de epidemia.
Esta puerta todavía conserva las antiguas hojas de madera chapadas de hierro y uno de sus cerrojos originales.
