¿Qué esconde la sonrisa de la Virgen Blanca de la Catedral de Toledo?

La Virgen Blanca del catedral de Toledo

La Virgen Blanca de la Catedral de Toledo es una escultura realizada en alabastro blanco. Data del siglo XIV, de estilo gótico, aparece de pie con el niño en los brazos al que sonríe amorosamente., mostrando una imagen tierna y alegre de maternidad. El niño acaricia la barbilla de la Virgen y la sonríe también. Está realizada a tamaño natural, mide 1,53cm.

Parece ser que fue un una donación de Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz, alcalde de Toledo y notario mayor del reino de Castilla.

Los toledanos llaman a esta virgen Nuestra Señora la Blanca y sienten por ella gran devoción. Como la que sentía Beatriz de Rosales. Según cuenta la leyenda, esta noble toledana se casó con Santiago Galán siendo una pareja muy feliz hasta que él tuvo que marcharse a la guerra el mismo día que su esposa le anunciaba que estaba embarazada.

Pasado el tiempo nada se sabia de don Santiago y ya todo el mundo le creía muerto en combate, menos su esposa que estaba convencida de que estaba protegido por la Virgen a la que rezaba diariamente.

Después de dos años ella seguía confiando en que su marido estaba vivo, pero muchos ya la daban por loca, hasta que el 8 de septiembre, el día de la festividad de la Virgen Blanca, estando en misa doña Beatriz y y su hijo ésta fue iluminada al mismo tiempo que aparecida su marido sano y salvo pero con muestras de haber pasado muchas penurias. La Virgen volvió la cabeza y sonrió a los esposos.

Si quieres, aquí tienes la leyenda completa.

(imagen: Creative Commons , el autor: Miguel Hermoso Cuesta)