Un pasado romano

El paso de los romanos por Toledo se observa en muchos rincones de nuestra ciudad. Pero hay uno que merece la pena conocer. Ese rincón se encuentra próximo a la Puerta de El Sol. Se trata de una antigua alcantarilla o cloaca romana. De los romanos conocemos sus edificios más significativos como coliseos, circos, termas, pero eran magníficos en obras de utilidad pública como los puertos, calzadas, faros, y por supuesto en el entramado urbano con sus alcantarillas que sacaban las aguas a las afueras.

Esta cloaca se eleva unos metros sobre la desembocadura de la Calle del Cristo de la Luz o Mezquita de Bab-al-Mardum. Tiene una forma de bocana de algo más de un metro de altura. Se extiende unos 10 metros y termina en el brocal del pozo que existe junto a la Mezquita.

Este tipo de obras urbanas que aparecen por la ciudad del antiguo Toledo romano, nos indican la importancia que tuvo en este período. Toletum fue el nombre que los romanos le dieron desde que la conquistaron en el año 192 a. de C. hasta que fueron expulsados en el 411 por los alanos, por tanto fueron seis siglos de romanización que han dejado una huella en la ciudad y un ejemplo de ello es está alcantarilla.